Párate y piensa, pregúntate a ti misma si mereces este sufrimiento.
No naciste para llorar, naciste para disfrutar y vivir cada día una cosa nueva.
Mereces sonreír continuamente,siempre te has preocupado por los demás y quizás ese sea tu error,el no saber mirar también por ti.
Ahora reflexiona,¿te sigue mereciendo la pena esto?, míralos,cuando ellos estaban mal tu siempre estabas dando tu apoyo,pero...¿Y ahora?,ellos no están contigo cuando necesitas apoyo,cuando sientes que todo te viene encima y te queda grande.
Pues bien,pon punto y final
No hay comentarios:
Publicar un comentario